domingo, 13 de mayo de 2018

Frikipost

¡Hooooooooooola a todos!
¿Cómo van las cosas? Espero que estéis descansando también, ¡que tan necesaria es la desconexión como el estudio!
En cuanto a los R0, ¡muchos nervios, supongo! En dos semanas empezáis la residencia, que es un periodo muy intenso y muy bonito. Seguro que os va genial ^^

Y sí, sí... vuelvo con mis frikiposts después de muuuuuuuuuuuuuuuuucho tiempo sin tocarlos. Aprovecho también para recordaros que yo no suelo hacer spoilers y en caso de que hiciera lo aviso, ¡así que no problem, podéis leer sin miedo hasta la advertencia de rigor!
Retomo esta serie de posts de "Juego de tronos" con un personaje al que todos sin discusión queremos un montón. Me refiero a Hodor, papel interpretado por Kristian Nairn.


Nos situamos con él -aunque a estas alturas todo el mundo lo conozca-, ¿quién es? Muy sencillo: es el mozo de cuadras de la casa Stark, y sólo dice una palabra... "Hodor"; sin embargo su nombre real no es ése. Además Hodor es un hombre más largo que un día sin pan. De hecho Osha (otro personaje), sostiene que podría tener ascendentes en los gigantes. No obstante todo lo que tiene de alto lo tiene también de bueno. Es muy noble y paciente, y quiere ciegamente a sus señores.

Ahora vamos a la patología de Hodor... ¿por qué está aquí?
Bueno, yo veo tres frentes abiertos aunque los dos primeros en su momento me costaron un poco más. Del tercero hablaremos aparte, porque es algo más delicado y me ayudó a dilucidar las dos primeras patologías. En cualquier caso y para no alargar mucho el post los comentaré todos brevemente, sólo para que os hagáis una idea.

En lo que respecta a lo obvio y desde que leí los libros, con Hodor he sostenido siempre dos cosas:
1) Que tenga afasia de expresión -también conocida como "afasia de Broca"-.
2) Que tenga discapacidad intelectual.

Venga, vamos al primero... afasia de expresión o de Broca. Todos los sanitarios sabemos lo que es una afasia, pero este blog también lo visitan legos, ¡así que lo explico encantada! 
Una afasia es una alteración del lenguaje secundaria a una lesión cerebral (accidentes cerebrovasculares, tumores, traumatismos...); y pueden verse afectadas la comprensión del lenguaje, la expresión o producción del mismo, o ambas (1). Hay muchos tipos de afasias, pero vamos a centrarnos en la que tiene Hodor. La suya es de expresión: él entiende lo que se le dice -por ejemplo, cuando se le pide que vaya  coger algo va y lo hace-, pero no es capaz de contestar "sí", "de acuerdo" o pedir más información si lo necesita. No puede expresarse con otra palabra que no sea "Hodor". La usa para todo, ya lo sabéis.
Antes he comentado que la afasia de expresión se llama también afasia de Broca, y ello es debido a que el origen de dicha afasia está en una zona del cerebro llamada "área de Broca", la cual podéis ver marcada en rojo aquí.


Bueno, punto 1 superado. Vamos al segundo: la discapacidad intelectual, antes conocida como retraso mental -término que se sigue usando aunque a día de hoy no es correcto-. Es definida en la CIE-10 como "la presencia de un desarrollo mental incompleto o detenido, caracterizado principalmente por el deterioro de funciones concretas de cada época del desarrollo y que contribuyen al nivel global de la inteligencia, tales como las funciones cognoscitivas, las del lenguaje, las motrices y la socialización". Dice además que cabe la posibilidad de que se acompañe de otros trastornos, tanto somáticos como mentales (2). Resumidamente: aquí fallan el intelecto, la cognición y la adaptación del sujeto que padece dicha discapacidad.
Hay diferentes grados de discapacidad intelectual, a saber: leve, moderado, grave y profundo (2). Esta clasificación se hace a su vez en base al cociente intelectual, cuya fórmula es ésta:



Por supuesto y si bien hay una clara influencia genética en la etiología de este problema, no podemos despreciar otros factores como problemas en el embarazo/parto o incluso un daño adquirido a consecuencia de un traumatismo, por ejemplo. Y es muy importante también el entorno: si el ambiente es propicio para que el niño/adulto saque todo su potencial pese a la discapacidad, su evolución será mucho mejor. Si el ambiente es malo sucederá lo contrario.
En cuanto a su comorbilidad, se ha estudiado que en el caso de la discapacidad intelectual suele haber más depresión, ansiedad, trastornos alimentarios... y por supuesto, también aparece en síndromes como el de Angelman, Prader-Willi, Williams, Down, Turner...
En este sentido lo más importante es continuar estimulando a la persona con discapacidad intelecutal en la medida de sus posibilidades. No se trata de exigirle, sino de fomentar sus capacidades. En algunos casos además la comorbilidad puede tratarse con fármacos, claro: si tiene ansiedad o depresión se dan benzodiacepinas y antidepresivos; si tiene TDAH, metilfenidato; si tiene conductas agresivas o ideaciones delirantes, antipsicóticos (mejor si son atípicos o de segunda generación)... y así sucesivamente.



También he comentado al principio que dudaba entre las dos patologías -y admito que lo de la afasia se me ocurrió después-. Tras haberlas explicado las dos me parece que podríamos decantarnos más por la afasia, ¿no creéis?
Hodor es funcional, sociable, hace él solo las actividades de la vida diaria (AVD), tanto básicas como instrumentales, desempeña bien su tarea como mozo de cuadras... el único problema que tiene es a la hora de comunicarse y eso cuadra más con la afasia en vista de lo expuesto.


Y me queda la última patología. Ahora sí: CUIDADO, SPOILERS. A partir de aquí leéis bajo vuestra responsabilidad.
Si hablamos de Hodor es inevitable hablar del portón; es algo inherente a él y que no ha llegado (aún) a los libros que componen la saga.
Para los que no recordáis bien la escena -y bucles temporales aparte-, os recuerdo que hay flashbacks de Hodor cuando era niño. En esa época él no tenía afasia ni ningún síndrome neuropsiquiátrico que sepamos. Pero esa crisis que presenciamos y que hace que acabe convirtiéndose en el Hodor que conocemos desde el primer episodio/capítulo de los libros tiene su origen en un episodio que le supuso un gran impacto emocional y no pudo o no supo gestionar. Por otro lado tampoco se objetiva que el suceso del portón le dejase secuelas emocionales: ni en la serie ni en los libros parece deprimido, estresado, traumatizado ni ha tenido problemas de conducta.


Por tanto podría darse el caso de Hodor desarrollara en ese entonces un trastorno relacionado con traumas y factores de estrés no especificado.
Esta entidad está contemplada en el DSM-V, y pertenece al grupo de "Trastornos relacionados con traumas y factores de estrés". De entro de este grupito está también el famoso trastorno de estrés postraumático o TEPT.
La persona que sufre este trastorno se ha visto expuesta a la muerte o alguna lesión grave, por haber sido víctima de la misma o haber visto cómo le sucedía a otros, pero no cumple los criterios necesarios para tener un trastorno concreto (3). Hodor ha sufrido un shock terrible, es evidente; pero a lo largo del tiempo no se muestra triste, ni angustiado, ni presenta síntomas disociativos, evocaciones del trauma o evitación de lugares y actos que se lo recuerden. No obstante cabe dentro de lo posible que haya desarrollado amnesia en relación al suceso.
Otra opción que podemos tener en cuenta es que sufriera un trastorno de estrés agudo, pero tampoco es seguro que le sucediese.
¿Por qué? Porque se expuso a una vivencia traumática, pero en este caso la sintomatología expuesta -recuerdos y sueños angustiosos o intrusivos, evitación, síntomas disociativos, hiperalerta, malestar psicológico, anhedonia, irritabilidad...- dura de tres días a un mes (3). Y no sabemos cómo se encuentra el Hodor joven durante el mes sucesivo a este hecho; por eso digo que desconocemos si desarrolló este trastorno o no.

En cuanto a la epidemiología de los trastornos de estrés, se considera que es bastante alta en comparación con otras patologías de salud mental: se estima que su prevalencia oscila entre el 5 y el 20% en cuanto a atención sanitaria. Pero si nos vamos específicamente a la Salud Mental (CSM, hospitalización, Drogodependencias... en fin, todos los recursos propios de esta disciplina), sube hasta casi el 50%.
Y si nos referimos al tratamiento, lo habitual es usar benzodiacepinas ya que hay un gran componente ansioso e insomnio, así como antidepresivos, sobre todo los que tienen más poder sedante. No es desdeñable tampoco la psicoterapia en estos casos, sobre todo en el TEPT.

Hasta aquí el frikipost. Acepto aportaciones e ideas encantada, ¡no dudéis en comentar si tenéis más información!
Espero por otra parte que os haya gustado, ¡volvemos a leernos muy prontito! ¡Adióooos!


Nurse Lecter


Bibliografía consultada:
(1) Definición de afasia dada por la Federación Española de Daño Cerebral (FEDaCe):
https://fedace.org/comunicacion_dano_cerebral.html
(2) OMS. CIE-10: Décima revisión de la clasificación internacional de las enfermedades. Trastornos mentales y del comportamiento. Descripción clínicas y pautas para el diagnóstico. (1992) Madrid. Ed. Méditor.
(3) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013