domingo, 25 de febrero de 2018

Serie del mes (y II)

¡Hola otra vez!

Traigo en este post la segunda parte de la serie del mes: "Breaking Bad".
En su momento comenté que para no hacer un solo post larguísimo con los dos arcos argumentales en los que predomina la salud mental, iba a hacer dos entradas (si aún no habéis leído la primera podéis hacerlo aquí).

El tema que abordaré en esta ocasión es la evolución de la personalidad de Walter White/Heisenberg (Bryan Cranston), protagonista de la serie.
No tengo muy claro si es un desarrollo secundario -y precipitado- a sus circunstancias vitales (teniendo en cuenta que la personalidad es parcialmente adaptativa a lo largo de la vida), o simplemente es que su verdadera personalidad estaba reprimida y se ha prendido la mecha que la ha hecho estallar.
En cualquier caso sólo me limito a "exagerar" un poco ciertos rasgos que se aprecian en el personaje a fin de que se comprenda mejor lo que digo.

Aviso: igual que en el post anterior sólo di los spoilers mínimos e indispensables, con este no pasará lo mismo. Así que ojo spoilers; a partir de aquí leéis bajo vuestra responsabilidad.

A la izquierda, Heisenberg. A la derecha, Walter White.

Es la pregunta del millón, te la planteas aun habiendo visto -y acabado- la serie:


¿Cómo un profesor de Química, pringado a más no poder (porque sí, es así), pasa a ser un capo de la droga despiadado?


En la primera temporada Walter White es un señor que no ha roto un plato en su vida, que no habla por no pecar y dice a todo que sí. Si algo no le gusta no se opone abiertamente, sino que tiende a vacilar. No le gusta enfrentarse a nadie ni rebatir pese a que él pueda llevar la razón. De hecho te da bastante pena ver que no es capaz de expresar sus pensamientos u opiniones con claridad y quedarse a gusto (o al menos eso fue lo que me pasó a mí).
Esto puede sonarnos muy lejanamente a trastorno de personalidad del cluster C; el que más se le acerca es el trastorno de personalidad dependiente, pero no cumple los cinco criterios mínimos que deben tenerse para ser diagnosticado como tal. Bajo mi punto de vista cumple sólo dos: el tercero  y el quinto -mencionados ambos en el párrafo anterior- (1).
Así que el problema es que Walt no encaja del todo en ninguno de los tres trastornos de este grupo... aunque sí que podría venirle como anillo al dedo el trastorno de personalidad no especificado por esta misma razón: porque no cumple todos los criterios y no puede acomodarse a ninguno.

No obstante a finales de la primera temporada empieza a medio vislumbrarse el cambio de Walt a Heisenberg. Poco a poco empieza a enfrentarse con gente "inocua" (por ejemplo deja su trabajo de por las tardes previa discusión con el encargado, defiende a su hijo Walter Jr...), y el click definitivo, el que ha dado el verdadero pistoletazo de salida al cambio, se produce en el capítulo 1x06. Mirad:


Ése es el principio de la degradación moral de Walt. Y hay otros dos momentos clave. Uno es la muerte por sobredosis de Jane Margolis (2x12); en este caso hubo omisión de socorro por parte de Walter, y podéis verlo aquí.



El otro momento crítico tiene lugar al final de un capítulo que a mucha gente le pareció que era pura y simplemente relleno, siendo por ello muy polémico: el de la mosca (3x10).
Aparentemente aquí no pasa nada: una mosca se cuela en el laboratorio y hay que matarla o echarla para poder cocinar. Pero la miga del asunto está casi al finalizar el episodio, cuando Jesse le echa a Walt medicación en el café para que duerma y él, somnoliento, comenta algo relativo a que siente la muerte de Jane.
Aquí es cuando definitivamente desaparece Walter White para dejar paso a Heisenberg. Es el último rastro de humanidad que veremos. No habrá más.
Tenéis una explicación más detallada aquí (ojo, hay spoilers).

Ahora bien, en vista de todo lo que he contado, ¿cómo es este Heisenberg?
Pues visto objetivamente es un cabronazo. No duda en manipular, falsear, negociar, dejar los escrúpulos a un lado, y por supuesto, matar e inducir a otros a hacerlo.
Y sin embargo a mí -y a la gran mayoría de gente supongo- no me suponía ningún problema que fuese así. Empaticé con él e incluso justificaba su conducta.
Esto es una característica propia de mi querido trastorno de personalidad antisocial, ¡claro!
Sin embargo y personalmente también le veo ciertos rasgos narcisistas, si os soy sincera. Mirad si no este vídeo, en el que comenta que él es esencial (a partir del 1.10): la familia lo necesita, el mundo lo necesita. Él es el mejor.




Como el trastorno de personalidad antisocial ya lo he abordado en varios posts del blog -uno de ellos éste, aunque también hay algún frikipost en el que lo especifico más-, no me explayaré más. Sólo lo he mencionado para los que dudabais de si Walt tiene rasgos psicopáticos.


Lo que realmente quiero es entrar en materia con el trastorno narcisista de personalidad. Creo que alguna vez he hablado de él en el blog, pero no en profundidad. ¡Así que ahí vamos! Lo hacemos con el DSM-V al lado.
Se encuadra dentro de los trastornos de personalidad del cluster B, siendo lo más característico de este trastorno un patrón de grandeza, necesidad de admiración y (al igual que los antisociales), carencia de empatía (1).
Para que Walter/Heisenberg sea diagnosticado como narcisista ha de cumplir como mínimo cinco criterios de un total de nueve. Muy resumidos: grandeza o grandilocuencia, falta de empatía, necesidad de ser admirado, tener fantasías de éxitos, triunfo, aprovecharse de los demás, creerse especial, tener comportamientos arrogantes... (1). Y bajo mi punto de vista, los tiene casi todos. Quiere que le teman, quiere ser el narcotraficante más grande, quiere tener la hegemonía, que su producto sea el mejor... Y no duda en amenazar, extorsionar, manipular tanto a la gente que le rodea como la realidad. Y si algo o alguien le molesta, pronto deja de hacerlo: bien porque se lo carga -previo plan elaboradísimo-, o porque lo atrae hacia su causa.

Por tanto las dos ideas básicas que resumen el narcisismo son (para la gente que no esté muy familiarizada con la salud mental):
1) Primero yo, después yo y por último yo; y si sobra algo, para .
2)  "Yo más y mejor que ".

Creeréis seguramente que las mayúsculas y las negritas son por hacer la gracia y resaltar los conceptos, pero no. Es así; realmente es así.

Por más que he buscado, no he encontrado datos epidemiológicos actualizados y fiables. Si los localizara actualizaría el post, ¡prometido!

En otro orden de cosas ¿cómo se trata el trastorno narcisista de personalidad?
Pues por lo visto, la terapia cognitivo conductual (TCC), no va mal del todo. Pero no podemos pretender que la persona deje de ser narcisista de forma radical -ya que dejaría de ir a las sesiones-, sino hacerlo desde pequeños cambios poco a poco. Es preferible que sea "menos narcisista" a que deje de serlo de golpe (2). Y dentro de esto, debe trabajarse más bien el plano cognitivo más que el conductual.
Por supuesto y como he comentado en otros posts de trastornos de personalidad, también se da medicación de soporte según el caso: para la ansiedad -benzodiacepinas-, control de impulsos (antipsicóticos a dosis bajas), cambios de humor (estabilizadores del ánimo)...
Se trata, por tanto, de combinar varias cosas. Usar una sola es poco eficaz. Aunque en el caso de Walter White tengo mis serias dudas de que acudiera a terapia en algún momento...

A modo de anécdota, nuestro amado abuelito psicópata George R.R. Martin, el autor de "Canción de hielo y fuego", opina que Walter White es un monstruo, mucho peor que cualquiera que pueda existir en los Siete Reinos (que ya es decir). Lo escribió en su blog, podéis leer el post si clickáis aquí.

Y no quiero extenderme mucho más. Sólo me resta por comentar que si Heisenberg es así, Skyler White no se queda atrás. Muchos fans de la serie la odian, es vox populi. Pero la verdad, a mí no me parece tan horrible. Para gustos colores.
Cierto es que la mujer tiene su punto manipulador, demostrativo y algo "psicopático", pero de ahí a odiarla... Walter White se vuelve bastante peor con el tiempo, creo yo. En el mundo de las series hay personajes mejores, claro que sí. Pero también los hay peores...


Post terminado por mi parte. ¡Espero que os haya gustado y que os animéis a comentar si os apetece aportar algo de información!
¡Un saludo, nos volvemos a leer pronto!


Nurse Lecter

Bibliografía consultada:
(1) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013.
(2) Caballo V. E.  Tratamientos cognitivo-conductuales para los trastornos de la personalidad. Psicología Conductual 2001, 9(3): 579-605. Disponible en: