domingo, 21 de enero de 2018

Serie del mes (I)

¡Hola!

¿Qué tal estáis? ¡Espero que bien en general!
Específicamente a los opositores _IR os deseo mucha suerte y os mando muchísimo ánimo para el examen, que queda muuuuuuuuuy poquito, ¡ya veréis qué liberación cuando salgáis del aula!

En lo relativo a la entrada de hoy, toca una serie espectacular. Dudo que no la hayáis visto -aunque puede quedar alguien como yo que la terminó hace poco-, pero por si acaso la recomiendo. ¡A mí me gustó un montón!
Hablo de "Breaking Bad", que ayer cumplió una década.

Todos tenéis el argumento de la serie en mente: profesor de Química (interpretado brillantemente por Bryan Cranston) que al ser diagnosticado de cáncer de pulmón se dedica a sintetizar drogas para que su familia no pase estrecheces cuando él no esté.
Sí, es una premisa correcta. Pero "Breaking Bad" es, bajo mi punto de vista, mucho más que eso. Es un estudio concienzudo de la mente humana, las motivaciones, los anhelos y las relaciones que se establecen entre las personas, y cómo cambian dichas relaciones.
Aviso de que puede haber spoilers, así que vosotros decidís si seguir leyendo o no.


Jesse y Walter, Walter y Jesse. De las mejores parejas que ha dado la tele.

Como siempre, pregunta estrella del post: ¿Qué pinta "Breaking Bad" en el blog? ¡Uh, pues bastante! Veo dos líneas bien delimitadas. Y para no hacer esta entrada muy extensa, prefiero dividir ambos arcos y publicarlos en posts distintos. Una de estas líneas es obvia: el consumo de drogas, que es de la que hablaré ahora. La otra ya la descubriréis en la próxima entrada.

¡Vamos al lío!
La sustancia que Walt y Jesse fabrican en distintos lugares a lo largo de la serie es metanfetamina. Esta droga recibe varios nombres: "cristal", "speed", "crank", "ice"/"hielo", o simplemente "meta", entre otros.
Se trata de una droga estimulante -es un derivado sintético de la anfetamina (1)-, lo que significa que produce activación del sistema nervioso central. Además tiene un alto potencial adictivo (2), y yo diría incluso que es peor que la cocaína.
Puede fumarse, tomarse en píldoras, esnifarse o administrarse intravenosa (3).
Aparte de que Walter tiene los conocimientos suficientes para sintetizarla, los precursores de la meta son comunes en muchos fármacos (2), con lo que puede, por desgracia, fabricarse sin mucho problema.

Ahora pasamos a lo que es la adicción. Tiramos del DSM-V para intentar comprender un poco mejor los trastornos adictivos que tiene aparejados este tóxico. Eso sí, tengo que aclarar que a diferencia de lo que sucede con otros -como el cannabis o los sedantes-, en el manual no encontraréis nunca específicamente "Trastorno por consumo de metanfetamina", "Intoxicación por metanfetamina" ni nada de eso. Dicha sustancia debería encuadrarse en el apartado de "Trastornos relacionados con los estimulantes". A partir de ahí, se especifica el tipo de droga.
Los diez criterios son prácticamente iguales en todos los tóxicos. Por citar unos cuantos que creo que ilustran muy bien el proceso: 
- El hecho de que la sustancia en cuestión te interfiere o repercute tanto en actividades como en relaciones.
- Craving o deseo de consumir.
- Seguir tomando la droga pese a ser consciente de que tienes un problema.
- Tolerancia y abstinencia (estos dos últimos son criterios importantísimos, y aunque van separados yo los uno en el mismo epígrafe).
Como mínimo durante doce meses se deben cumplir dos (4).

Además y dependiendo del tiempo que se esté consumiendo metanfetamina puede haber otros síntomas asociados, como alucinaciones, alteraciones afectivas, ansiedad, depresión, insomnio, agresividad... (2). Obviamente, será peor cuanto más tiempo sea adicto el sujeto.


Esto es en lo tocante a la adicción pura y dura. No obstante también me parece importante destacar otros dos trastornos relacionados con la metanfetamina. Uno de ellos es la intoxicación, y el otro la abstinencia.
El primero es básicamente el hecho de haber consumido y poco después de hacerlo experimentar cambios psicológicos importantes o problemas de conducta. Además de eso se deben tener también síntomas vegetativos: cambios en la frecuencia cardíaca o la tensión, sudor o escalofríos, náuseas, problemas psicomotores, confusión... y ya si la cosa es muy grave, se puede llegar incluso a convulsiones o coma (2)
En cuanto a la abstinencia, también es sencillo de comprender: se trata de dejar de consumir de golpe tras mucho tiempo haciéndolo, o disminuir la dosis habitual. Aparecerán probablemente fatiga, trastornos del sueño, aumento del apetito, agitación... (4). Y en no pocas ocasiones depresión, ansiedad, agresividad...(2).
Otro efecto común del consumo de metanfetamina es la llamada "boca de metanfetamina": la boca se estropea una barbaridad, tanto los dientes (que llegan a caerse), como las encías (3). Ello se debe a que la meta es ácida y disminuye la producción de saliva. Podéis ver una foto si clickáis aquí.

En "Breaking Bad" hay varios ejemplos de todo. Uno de los más evidentes es el de Tuco Salamanca, traficante que aparece en la primera temporada y está bastante tocado (de hecho la primera vez que lo vi pensé que le había dado un pasote de una sola consumición). Se aprecia sin grandes problemas que Tuco tiene hiperactivación nerviosa: pupilas dilatadas, no puede estarse quieto, vocifera, se irrita fácilmente... No le niego tampoco algo de personalidad basal -como problemas para controlar sus impulsos-, pero me juego el cuello a que gran parte de esa hiperactivación se debe al cristal.
Aquí os dejo un ejemplo de cómo se las gasta Tuco. Ya me diréis si esa agitación y esa agresividad son secundarias al consumo o no.



Otro ejemplo buenísimo lo tenemos en Jesse Pinkman (Aaron Paul), que tras consumir tiene alucinaciones visuales -algo típico del consumo de sustancias-, y delirios persecutorios. Podéis verlo en este vídeo, sin spoilers.


Esto son sólo un par de muestras, pero hay más a lo largo de la serie.

En cuanto a la epidemiología, el consumo de meta ha ido aumentando cada vez más, tomándola los hombres más que las mujeres. En Europa además se consume bastante, sobre todo en la zona del este (5).

Si nos referimos al tratamiento de la adicción por metanfetaminas, os diré que he encontrado poco. A continuación os dejo la información que he conseguido.
En caso de intoxicación el tratamiento se centra en medidas de soporte. Si el paciente está agitado, benzodiacepinas; si hay cambios bruscos de tensión, antihipertensivos (6); si se deshidrata, sueroterapia, y así sucesivamente.
Si hablamos del tratamiento del abuso crónico consta, como en todos los tóxicos, de tres pasos: desintoxicación de la sustancia, deshabituación y reinserción social.
No he encontrado nada relativo a la metanfetamina concretamente, y ni siquiera hay farmacoterapia con eficacia probada, ni con esto ni con los estimulantes en general. Sí que suelen darse antipsicóticos, benzodiacepinas, antidepresivos... en función de la sintomatología, pero no es algo tajante.
En cuanto a psicoterapia, se suele usar mucho la terapia cognitivo-conductual (TCC), así como el asesoramiento sobre drogas. Merece además especial atención el manejo de contingencias (7).

Acabo el "apartado metanfetamínico" explicando, por si no lo sabéis, que esta droga es de color azul en la serie, pero en la realidad es incolora (aunque hubo un tiempo que sí era de color azul, seguramente postureo; noticia aquí). En "Breaking Bad" tiene ese color característico porque Walter White no usa pseudoefedrina; por lo visto es un producto esencial para la meta, pero es muy complicado obtenerlo (3). Más info aquí.


Hasta aquí el tema del cristal azul. Pero no quiero irme sin mencionar aunque sea de pasada que en "Breaking Bad" hay adicciones a más drogas. Una de ella es la heroína, de la cual abusa uno de mis personajes favoritos: Jane Margolis.




Jane es una chica que aparece en la segunda temporada y es vecina de Jesse Pinkman. Poco a poco van enamorándose y acaban saliendo juntos. Cuando Jesse entra en la vida de Jane ella está acudiendo a terapia de rehabilitación y se encuentra abstinente, pero finalmente vuelve a consumir.

No quiero alargar (mucho) más la entrada, así que me limitaré a comentar que la heroína es un derivado semisintético del opio y que tiene los efectos contrarios a la meta: sensación de euforia y en general una "ralentización" del sistema nervioso autónomo -llevando entre otras cosas a depresión respiratoria, disminución de la motilidad intestinal, bradicardia...-, por decirlo de alguna manera.
Los criterios del DSM-V para diagnosticar adicción a la misma son iguales que los de las sustancias estimulantes y el resto de tóxicos. Lo que varía son los síntomas para diagnosticar intoxicación y abstinencia -obviamente, dado que son sustancias distintas-.

La adicción a la heroína tiene varias opciones de terapéutica farmacológica, pero la más conocida quizá sea el uso de metadona. Este fármaco es agonista, lo que traducido al lenguaje normal significa que no quita el deseo de consumir... porque sus efectos son los mismos que cuando consumes heroína. Con lo cual, si experimentas los mismos síntomas con la metadona, no necesitas la heroína y así no la "echas en falta". Es, al fin y al cabo, sustituir la droga por el fármaco; no sé si me he explicado bien, espero que sí.
La metadona, desde luego, no puede darse libremente como cuando te tomas un paracetamol. Es una cosa muy delicada, debe estar pautada por un psiquiatra y consensuada con el paciente, requiere ciertas exploraciones y pruebas, las dosis son cuidadosamente elegidas y "personalizadas", y es preciso ir ajustándolas según la evolución del paciente. Para ello existen los llamados "Programas de Mantenimiento con Metadona" (siglas PMM), que se encargan de todo esto. Además dichos programas han resultado muy positivos en lo que respecta a la mejora de la calidad de vida de estos pacientes y se ha demostrado que, por ejemplo, reducen la transmisión de determinadas enfermedades infecciosas (8).

En la serie no se sabe si Jane toma metadona u otros fármacos, pero es de suponer que sí. Esto es debido a que, si bien la terapia es útil, no es el único recurso que debe usarse en la adicción a opiáceos.



Doy por finalizado el primer post sobre "Breaking Bad" esperando que hayáis pasado un buen rato leyéndolo.
Por supuesto, se admiten comentarios, opiniones, puntualizaciones... ¡lo que queráis!
En unas semanas publicaré el segundo, ¡gracias por vuestra paciencia!

Nurse Lecter


Bibliografía consultada:

(2) Sommers, I., Bassin D.: "El uso de la metanfetamina y la violencia". Anuario de investigación en adicciones, 2004, 5 (1). Disponible en:

(3) National Institute on Drug Abuse. Drug Facts: Metanfetamina. Disponible en:
https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/drugfacts/la-metanfetamina


(4) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013.

(5) Cárcamo Cáceres J. Drogas de síntesis, las metanfetaminas en el mundo y en América Latina. Revista Conceptos. 2011, Edición 21. Disponible en:
 http://www.pazciudadana.cl/wp-content/uploads/2011/08/conceptos-21-drogas-de-sintesis.pdf

(6) Cuesta Vázquez, S. Tratamiento de las intoxicaciones agudas. Revisión de las intoxicaciones por sustancias de abuso. Universidad Internacional de Andaluciá, 2014. p 19. Disponible en:
http://dspace.unia.es/bitstream/handle/10334/2726/0541_Cuesta.pdf?sequence=4

(7) Knapp WP, Soares BGO, Farrel M, Lima MS. Intervenciones psicosociales para los trastornos relacionados con el consumo de cocaína y anfetaminas psicoestimulantes.  Biblioteca Cochrane Plus, 2008, Número 2. Disponible en:
https://www.researchgate.net/profile/Mauricio_De_Lima/publication/228600117_Intervenciones_psicosociales_para_los_trastornos_relacionados_con_el_consumo_de_cocaina_y_anfetaminas_psicoestimulantes/links/0c96053c53bb427a66000000/Intervenciones-psicosociales-para-los-trastornos-relacionados-con-el-consumo-de-cocaina-y-anfetaminas-psicoestimulantes.pdf

(8) Fernández Miranda J.J. Efectividad de los programas de mantenimiento con metadona. Adicciones. 2005;17(2):167-180. Disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=289122022007 

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