miércoles, 1 de abril de 2015

Momento Ministerio

¡Holaaaaaaaaaaa a todooos!

Explico el motivo de esta entrada (va a ser larga, así que disculpadme de antemano).
El año pasado me empapé de información relativa al "Vale, tengo plaza y voy al Ministerio a elegirla. Pero una vez allí, ¿qué hago? ¡¿QUÉ HAGOOOO?!". Busqué en blogs, contacté con residentes mayores a las que me unían amigas comunes... en fin, un lío. Por eso lo que pretendo en este post es explicar un poquillo lo que se hace dentro del edificio, para que no os veáis muy perdidos.

A ver, normalmente Enfermería elige en tres turnos repartidos en dos días. El primer día es turno de mañana-tarde, y el segundo sólo mañana. Al final del primer y el segundo turno siempre reparten en la puerta del Ministerio un listado con las plazas que quedan. Si bien ese listado está también en la web del Ministerio, mi consejo es que si se puede, se coja en papel, para poder "trastearlo"; además puede ser que la página esté muy concurrida y se bloquee... en fin, que haya problemas técnicos y entre unas cosas y otras no podáis ver el listado en el ordenador.
E importante también, por si acaso: El DNI. Por el amor de Dios, llevad el DNI.

Eso lo primero. Ahora, lo importante. Quizás este año haya cambios, no lo sé. Yo voy a explicar lo que hice el año pasado.
Algunas de las cosas que hice, explicadas entre paréntesis y cursiva, se deben a los nervios. Pero vamos, que no seáis como yo, por favor... xDDDD.


Mi turno fue de mañana. Nos citaron a las 8.45, pero yo estaba allí media hora antes. Muy nerviosa, como debe ser en estos casos. Se abren las puertas y entráis.
Hay un poco de lío los primeros momentos, pero luego por megafonía explican lo que hay que hacer. Hay dos mostradores: uno para los números pares, y otro para los impares (yo estaba tan nerviosa que me pregunté a mí misma "mi número de orden... es impar... ¿verdad?". Para que veáis el ataquillo que te entra; te quedas tan en blanco que te preguntas estupideces). Empiezan a nombrar por megafonía, y cuando te llaman vas al mostrador que te toque según tu número sea par o impar. Allí te dan un papel con tu nombre y tu número de orden; muy importante no perderlo ni escribir en él ni firmar ni nada.
Una vez lo has cogido, pasas el bolso por el detector y ya sigues por un pasillo hasta el salón de actos. Pero sigues con miedo, porque no sabes qué puerta es.




Allí te sientas donde te digan; se supone que por número de orden -pero eso es en teoría, porque yo no tenía a ambos lados los números consecutivos... de hecho entre la chica de mi derecha y yo había casi 20 puestos de diferencia-. Esperas hasta que se llena la sala con la gente de ese turno, y cuando ya estáis todos en las butacas hechos un manojo de nervios, vuelven a hablar y explican todo lo de los móviles, lo de la elección telemática, cómo se sube al escenario (en grupos de 10, "del número tal, Perico el de los Palotes, al número cual, Zutanito de las Varillas"... tranquilos, que si no sabíais vuestro nombre a estas alturas de vuestra vida, una de dos: u os lo aprendéis, u os lo gastan), para qué sirven los primeros ordenadores...

Que ésa es otra. El primer y el segundo ordenador, que están en el lado por el que subís, sirve para consultar las plazas que quedan y dónde. Si por ejemplo quieres hacer Geriatría en Madrid y no sabes si quedan plazas, le preguntas al señor o señora que está manejando el ordenador, y él o ella lo mira y te lo dice. Lo de preguntar es optativo, ¿eh? Que si no te hace falta, no preguntas nada (yo por supuesto, pregunté si quedaban plazas de Salud Mental en mi Comunidad, por si las habían cogido y no me había dado cuenta... son los nervios, que en momentos críticos te hacen quedar como un idiota). Mientras preguntáis no se puede colar nadie; al ir por número de orden, es imposible.
De todos modos, conforme la gente va eligiendo, se refleja en la pantalla del escenario, y además lo vocean por megafonía.
Luego, te acercas a los ordenadores del Intro. El soñado Intro. El señor o señora te pide el nombre, confirma que eres tú con el papelillo ése que te dieron en el mostrador y te pregunta:

"¿Qué quieres?"

Tú se lo dices, y él selecciona la plaza elegida en la pantalla. Te dice: "Revisa que éstos son tus datos y que está todo correcto, tu nombre, DNI, número de orden, que es la plaza que quieres donde quieres... Míralo bien". Y si ya te había dado el ataque antes de entrar, en ese momento para qué pedir más. Dudas hasta de cómo te llamas. Yo incluso puse el dedo en la pantalla siguiendo la línea para no despistarme, imaginaos... el señor y el resto de gente que esperaba detrás de mí tuvieron que tomarme por imbécil, pero oye, qué más me da. Cuando lo compruebas y le dices que está todo bien, te responde: "Entonces, dale al Intro".

Ese momento... Uy, ése es EL MOMENTO. Estás tan nervioso que ni lo disfrutas. Para empezar, no es el Intro grande, el que usamos para empezar un párrafo nuevo. ¡Nooooooo! Es el pequeño, el que hay a la derecha, junto con los números:


Yo me llevé allí mismo un chasco... es que tenía ya hasta el dedo preparado, dirigiéndose al Intro grande. Y va el hombre y me para: "No, no, al otro, al otro, a éste", mientras me lo señala. Corregí mi trayectoria sobre la marcha: mode "Sé que se ha notado mucho que iba directa al Intro equivocado, pero voy a hacer como que no" ON*.
Y para cuando quieres darte cuenta, cogido aire, pensado una sentencia para la posteridad, un discurso de agradecimiento tipo Oscar, o simplemente te preparas para visualizarte dándole a la famosa tecla... ya le has dado al intro y eres R1 y tienes que bajarte del escenario porque tienes a más personas detrás.

Así es EL MOMENTO. De simbólico tiene mucho, muchísimo, pero de MOMENTO tiene poco.

Sales del salón de actos y vas a un despachito donde te dan un folio -otra cosa no, pero papeles te dan para aburrir- con tu nombre, DNI, número de orden y plaza elegida (tanto especialidad como sitio), y un ejemplar del afamado best-seller "Guía del Residente". Esa Guía dejo que la descubráis vosotros... no voy a dároslo todo masticadito, faltaría más :P.
Bromas aparte, OJO CON EL FOLIO. Es uno sólo, pero es importantísimo, porque es el resguardo de la plaza. Hay que presentarlo en la Unidad Docente, así que no se debe perder. Es vuestro nuevo "papel más importante".

Y ya está. No tiene mucho más. Ya salís del Ministerio por la puerta principal, llorando como una magdalena, llamando a todo el mundo, recibiendo besos y abrazos, 

Hasta aquí la crónica ministerial.
Espero haber aclarado alguna dudilla. Y si no, pues por lo menos espero que os hayáis reído un poco.
¡Besos a todos y MUCHA SUERTE!

Nurse Lecter

4 comentarios:

  1. Envidia en mayúsculas... Ay, ojalá este año pudiese vivir esa experiencia :(

    ¡Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si no éste, el que viene. Una buena guerrera no tiene envidia: sólo piensa que si no ha sido ahora, es porque sabe que:
      1) Se merece mucho más
      2) Lo bueno está aún por llegar.
      Hay que morir luchando/matando, y eres una de las personas con más fuerza de voluntad que conozco. Y tienes aguante para eso y para más.
      ¡Muchísimo ánimo, Isi!

      Eliminar
    2. ¡Ay, que nervios! Ese temido y a la vez adorado Enter.
      He estado leyendo el Blog, y llamadme tonta, pero no he conseguido descubrir dónde estás haciendo la residencia.

      Eliminar
    3. Ay, el Enter... ¡qué ilu hace y qué nerviosa te pone al mismo tiempo!
      No, no, ¡¡de tonta nada!! Mi residencia es secreto de Estado, jajajaja; así que no te preocupes por no haber descubierto la localización.
      Si eliges entre mañana y pasado, ¡mucha suerte y tranquila! :)

      Eliminar

Las redes sociales se retroalimentan gracias a la interacción entre los usuarios, siempre desde el respeto y la tolerancia.
Gracias por animarte a comentar y con ello hacer crecer el blog :)

No te preocupes por si recibirás contestación a lo que escribas, ten por seguro que responderé.