miércoles, 26 de noviembre de 2014

Guardiana

¡Alóoo!

Hoy hago post corto. Relacionado con la residencia por otra parte.
A mí me encanta explicar las rotaciones, lo que hago en ellas y demás... pero después de seis meses he caído en la cuenta de que me he dejado sin contar una parte importante: las guardias.

En el caso de nuestra Unidad Docente se nos permiten como máximo cinco guardias al mes. Todas de tarde, eso sí. Noches y festivos no, y además no las cobramos. Porque sí, queridos lectores: las guardias se cobran aparte. No es un dineral, pero te ayuda con cosas como la gasolina o los gastos de los congresos.
En cuanto a los días, mi co-R y yo nos ponemos de acuerdo con nuestras "R mayúsculas" para no coincidir dos o tres el mismo día -aunque a veces nos ha pasado y han sido guardias muy divertidas, jajajaja-.
¿Y dónde las hacemos? En Agudos. Antes existía una unidad específica de Urgencias Psiquiátricas; no era un cubículo dentro de Urgencias generales, sino una sala grande, con diez camas normales y dos habitaciones individuales con camas de contención mecánica por si se daba el caso. Pero gracias a los recortes (nótese la ironía) ya no disponemos de esa Unidad y vamos a la planta a hacerlas.

Lo que se hace por la tarde no dista mucho de la mañana: medicación de la merienda, administración de heparina a los contenidos, preparación de los fármacos que se darán a las once de la noche (la pauta en nuestra unidad de Psiquiatría normalmente es desayuno-merienda-23h), constantes vitales a los que lo precisen, y estar un poco "a lo que surja".
Como todo, hay guardias tranquilas, guardias horribles, guardias aburridas, normales... no sé, hay variedad. Ayer tuve y fue algo movidita, pero en cambio la anterior fue muy tranquila.


Y poco más en este aspecto.
Entrada muy breve en comparación con las que he llegado a escribir, ¡pero menos da una piedra!

¡Nos leemos enseguida!


Nurse Lecter

martes, 18 de noviembre de 2014

Reconocimiento

Hola de nuevo.

Hoy me apetece daros a conocer una parte de la especialización de la que no siempre se habla en los blogs de los residentes, y que es desconocida en gran parte.
Se trata del tutor de la residencia, una figura muy importante que te acompaña a lo largo de los dos años de aprendizaje.

En todos los casos es un enfermero especialista con mucha experiencia atesorada, que trabaja en un recurso asistencial por el que vas a rotar en el Área de Salud en la que haces la residencia. Además ha de hacer un curso de investigación que lo capacite para ayudarte en un aspecto tan esencial como es el proyecto de investigación que tienes que llevar a cabo durante la residencia.
Normalmente ellos mismos se prestan a tutorizar a los residentes de buenísima gana; es decir, desde la Unidad Docente no les dicen: "Tú, te ha tocado quieras o no". Son gente joven (por lo menos en el caso de mi Comunidad), que cogen al resi con mucha ilusión y que están dispuestos a lo que haga falta con tal de formarlos lo mejor posible. Una tutora -lo digo así porque la mayoría son mujeres este año- es algo así como tu "mamá" en lo que a la resi se refiere.
Sí, he escrito "mamá" y no "madre" porque ninguna de ellas es una Rottenmeier que marca distancias con el resi; no son secas ni frías, sino al revés. En nuestro caso, todas super cálidas y muy implicadas con mis co-R y conmigo.
Se llega a una complicidad inimaginable a poco que ambos -tutor y residente-, tengan ilusión por lo que hacen.

De forma general llevan un seguimiento estricto sobre el residente. Pero no "estricto" en el sentido de que no te dejan hacer nada, sino de que están muy pendientes de ti: se preocupan de que estés cómodo, no dudan en ayudarte si tienes algún problema de cualquier tipo, te resuelven muchas dudas de temas administrativos -días de permiso o asistencia a formación e investigación-, están siempre en contacto con la Unidad Docente, te avisan de cursos y congresos que pueden interesarte si tú no los conocías, te animan a presentar trabajos, revisan el Libro del Residente...
Y por supuesto, te supervisan y tutorizan el proyecto. Te van indicando las pautas, te orientan si te ves perdido, te ayudan en su elaboración, lo preparan contigo o ultimáis detalles juntos, por mencionar sólo algunas cosas.

También tienen delimitadas una serie de entrevistas al año con el residente. En nuestro caso son cuatro como mínimo. La primera es una toma de contacto con su "r minúscula": situación familiar y social (estos sobre todo por los resis que vienen de otra Comunidad), aficiones, gustos, motivación y expectativas al inicio de la residencia. Las siguientes son más de seguimiento: cómo vas, si has tenido problemas en algún rotatorio, qué has aprendido, qué es lo que más te gusta.
Ellos nos evalúan a nosotros, pero el proceso también se da a la inversa. Sí, el residente evalúa al tutor. Luego esa evaluación se manda a la Unidad Docente.
¿Y qué evalúan los tutores? Pues la motivación, la cumplimentación del Libro del Residente, el proceso de elaboración del proyecto (que les vayas entregando lo que te piden en las fechas acordadas, el conocimiento que tienes del tema del proyecto..), tu disposición a trabajar, y hablan con los colaboradores docentes sobre cómo te desenvuelves en la rotación.

Ése es otro tema que quería abordar en el post: la diferencia entre tutor y colaborador docente.
Éste último es el enfermero o enfermera que está trabajando en el servicio asistencial por el que rotas, y puede coincidir o no que sea tu tutor. Eso sí, tiene que ser obligatoriamente especialista. Son los encargados de evaluar la rotación.
Por tanto, lo que es el colaborador docente de la residencia sería el equivalente al tutor de prácticas en la carrera.


Por mi parte y en cuanto a mi caso, no tengo quejas sobre mi tutora. Es joven, muy simpática, muy cariñosa y se vuelca mucho conmigo. Se preocupa mucho por mi comodidad y por que aprenda todo lo posible; está muy implicada. Además y ya a nivel personal, también le interesa cómo voy en general y lo que siento acerca de esta experiencia. He llegado a tener mucha complicidad con ella.
En el proyecto también se está portando divinamente. Me ha puesto en contacto con otra enfermera que controla mucho sobre mi tema de proyecto -ya desvelaré cuál es, ¡¡jajajaja!!-, y está encantada de ver que todo eso ha resultado muy útil.
Y con las colaboradoras igual: acabo el rotatorio y sigo hablando con ellas.

Lo mejor de todo es que al terminar la residencia se sigue manteniendo el contacto con los tutores y con algunos colaboradores, pero ya como amigos. Ese contacto no suele perderse. Lo sé por los enfermeros que han acabado la residencia en mayo de 2014. Y aunque no hayas terminado: por ejemplo, en mi hospital nos han apuntado las primeras a la comida de Navidad del servicio ("¡sin las resis esto no es una comida de Navidad como Dios manda!").

Espero que este post haya sido útil y os haya ayudado a conocer un poco más lo que significa tutorizar a un residente. No siempre la gente lo sabe.

Muchas gracias una vez más por leer esta entrada.
¡Hasta la próxima!
Nurse Lecter

martes, 11 de noviembre de 2014

Suicide

¡Muy buenas a todos!

Esta nueva entrada se ha hecho esperar. Mil perdones, pero es que entre cursos, sesiones, clases, rotaciones y congresos voy un poco ahogada.
En esta ocasión no quiero aburriros con enfermedades mentales más "habituales", como la esquizofrenia, la depresión o la ansiedad; las abordaré también, pero tiempo al tiempo.
Hoy hablaremos de algo que a mí me atrae como objeto de estudio, pero que también me impresiona y asusta: el suicidio. Y como siempre, vamos a "desmenuzarlo":

1) ¿A qué se debe? Circunstancias precipitantes (1):
Un aspecto importante en el suicidio es la enfermedad mental previa, como en el caso de la depresión. Aunque no podemos despreciar que se asocia también a patologías orgánicas: la epidemia de SIDA en su momento iba de la mano con un importante número de suicidios. Algo parecido ocurre con el cáncer.
También se ha asociado a AVE -Acontecimientos Vitales Estresantes, como podrían ser, por ejemplo, el desempleo (2)-, problemas familiares o consumo de sustancias. No obstante un porcentaje de estos suicidas no habían dado muestras de que esta idea pudiera rondarles.

2) Factores de riesgo (3):
Los más destacables son:
a) Sexo: las mujeres se centran más en la ideación y el intento. En cambio, los hombres llegan a consumarlo. Además, el género influye en el método: ellas no son tan "violentas" -fármacos, autolesiones...-. Ellos sí: precipitación, ahorcamiento, armas de fuego. Quizá por eso se consuman los suicidios masculinos, porque sus métodos son más efectivos en este aspecto.
b) Edad: normalmente es directamente proporcional (a más edad, más riesgo); este problema se da en personas con edades comprendidas entre los 40 y los 50 años. Aunque parece que están "cambiando las tornas", como suele decirse: se nota un repunte en el intervalo de los 15 a los 24 años.
c) Trastornos médicos, ya explicados en el punto 1).
d) Conducta suicida previa.
e) Antecedentes familiares. Este punto no está del todo claro, ya que no se sabe si se debe a la genética o al entorno del individuo.
f) Otros: estado civil, nivel socio-económico, etnia, trastorno de ansiedad... Y estudiando la asignatura de Psiquiatría en la carrera nuestra profesora nos comentó que el momento del año también influye: se observan más casos de suicidio en las estaciones menos "extremas", como la primavera y el otoño.

3) Actuación ante el paciente suicida :
Lo primordial es primero salvar la vida del paciente; ya habrá tiempo de hacer un diagnóstico psiquiátrico.
Por supuesto, la manera de actuar dependerá del tipo de acto cometido: el procedimiento a seguir difiere entre un ahorcamiento, una precipitación o una ingesta de medicación.
Posteriormente, y cuando la situación vital está estabilizada, se puede entrevistar al paciente, recabando información general (tentativas previas situación familiar y social...), y específica sobre el intento en sí: por qué lo hizo, cómo se encontraba anímicamente, si había alguien cerca. Y además, es muy importante tomarse en serio todos los gestos parasuicidas que tratemos (4).
El paciente puede ingresar, quedarse en observación o irse de alta, según decida el psiquiatra.
Además, tenemos diversas escalas de valoración del riesgo de suicidio (5).

4) ¿Intento real o llamada de atención?
Esto es importante: debemos diferenciar el gesto autolítico real del que se hace con previsión de socorro (es decir, aquel en el que el paciente avisa a sus familiares antes, o lo deja todo preparado para que lo encuentren pronto). En varias ocasiones esta verbalización está íntimamente ligada a un trastorno de personalidad, tipo límite o histriónico.
En el tiempo que llevo rotando en Agudos, he visto muchos casos del segundo tipo; del primero casi ninguno. No ha ingresado prácticamente nadie que realmente haya intentado suicidarse. En cambio, los que he tratado en mi día a día han sido suicidas "de boquilla", por decirlo de algún modo. Llegan a la puerta de Urgencias diciendo que "quieren matarse" (cito textualmente); que van a tomar pastillas -o han tomado ya dos o tres que no implican riesgo alguno-, tirarse por un puente o poner la cabeza en las vías del tren. Y en cuanto el psiquiatra les dice que cumplen criterios de ingreso les cambia la cara; ahí nos damos cuenta de que lo más probable es que no sea cierto, pero por precaución los subimos a planta. Aunque a veces no hace falta ni eso: ven la sonda orogástrica para el lavado de estómago (caso de ingerir medicación), y se ponen pálidos.


También quiero comentaros la existencia de una "variante" -llamémoslo así-, del suicidio: el llamado "Efecto Werther" (6) o "fenómeno copycat"
No sabía cómo se llamaba, pero sí en qué consiste: en el suicidio siguiendo a una figura concreta (7). Esto seguramente se observa más si lo relacionamos con personajes famosos: por lo que nos explicaron en clase, ocurrió cuando murió Marilyn Monroe; también pasó con Kurt Cobain y en Japón, en la década de los 80, con una famosa cantante. En todos los casos citados ha habido suicidios posteriores de fans.
Dejo aquí las únicas referencias periodísticas que he podido encontrar:

Kurt Cobain: http://elpais.com/diario/1997/05/16/sociedad/863733608_850215.html
Yukiko Okada: http://elpais.com/diario/1986/12/06/opinion/534207613_850215.html

También quisiera compartir una pequeña observación acerca de la influencia social en este problema. Me refiero, por ejemplo, a las tribus urbanas.
Seguro que todos recordáis a los emos, y cómo los ve la sociedad en relación al suicidio. Bien, pues teniendo en cuenta la franja etaria en la que se encuentra (o encontraba, porque de un tiempo a esta parte no he visto a ningún chico o chica emo) este colectivo, no debemos perder de vista la "maleabilidad" y la inestabilidad que presentan, aparejadas a su edad. Es un periodo muy complicado en el que hay mil y un cambios.
Para muestra, un botón: http://www.esmas.com/noticierostelevisa/noticieros/730475.html
Todo esto me lleva a pensar en lo importante que es la prevención del suicidio incluso antes de la adolescencia. ¿Cómo? Con información; vamos, con Educación para la Salud, que normalmente es la mejor arma. Explicarles que es vital tener una buena autoestima, buenos amigos y -aunque es muy complicado a estas edades-, los pies en la tierra o la importancia de escucharles y hablar con ellos, entre otras cosas.

Como broche final, vídeo positivo :)




Y hasta aquí la "entrada patológica". Espero que os haya gustado, muchas gracias por leerla.
¡Nos vemos pronto!
Nurse Lecter


Bibliografía consultada:
(1) Pacheco Tabuenca T.; Robles Sánchez, J.I.: "Emergencias extrahospitalarias: el paciente suicida". Sanid. mil. 2011; 67 (4): 345-353. Disponible en la web:
http://scielo.isciii.es/pdf/sm/v67n4/articulo2.pdf

(2) Espino Granado, A.: "Crisis económica, políticas, desempleo y salud (mental). Economic crisis, politics, unemployment and (mental) health". Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2014; 34 (122), 385-404. Disponible en la web: http://scielo.isciii.es/pdf/neuropsiq/v34n122/10debate01.pdf

(3) García de Jalón, E.; Peralta, V.: "Suicidio y riesgo de suicidio". ANALES Sis San Navarra 2002; 25 (3): 87-96. Disponible en: http://recyt.fecyt.es/index.php/ASSN/article/view/5559/4572

(4) Climent López, C. E.; Castrillón Muñoz, E.; Alberto Miranda, C.; González Caro, C. H.; Conde Ramírez, S. A.; Torres, F.: "Tratamiento del intento suicida". En: Asociación colombiana de Facultades de Medicina., editores. "Guías de práctica clínica basadas en la evidencia: Urgencias psiquiátricas", 2014. Disponible en:
http://www.medynet.com/usuarios/jraguilar/Urgencias%20Psquiatricas.pdf

(5) González Macip, S.; Díaz Martínez, A.; Ortiz León, S.; González Forteza, C.:González Núñez, J. J.: "Características psicométricas de la Escala de Ideación Suicida de Beck (ISB) en estudiantes universitarios de la ciudad de México".Salud Mental, 2000. 23 (2): 21-30. Disponible en:
http://www.medigraphic.com/pdfs/salmen/sam-2000/sam002d.pdf

(6) "Reivindicando la vida" ASULAC, 2014, 1. Disponible en:
http://www.asulac.org/revistas/RevistaAsulacNro002.pdf#page=26

(7) Durá Llopis, M.: "Perfil socio-cultural del suicidio infantil". Isla de Arriarán, 2009; 34: 301-308.