domingo, 27 de abril de 2014

Lectura del mes

¡Hola! ¿Qué tal vais?

Como dije en la entrada anterior, este blog no va a dedicarse exclusivamente a mi residencia. También hay hueco para el entretenimiento y para conocer cosas nuevas relacionadas con este mundo.

Lo que enseño hoy no es ni siquiera un libro. Es un cuento. Pertenece a uno de mis autores favoritos, Edgar Allan Poe; id familiarizándoos con él si no lo conocéis mucho, porque más de una historia suya (y más de dos también), las comentaré en este blog. Seguramente a la gran mayoría de los que leáis esta entrada os sonará por otros cuentos como "El gato negro", "El escarabajo de oro", "El pozo y el péndulo" o "Los crímenes de la Rue Morgue", por citar algunos de los más famosos. Y no podemos olvidar tampoco el poema "El cuervo", su obra más conocida y la cual lo encumbró.

Poe era un tipo duro, como veis... su único miedo eran los cuervos


Por si os pica la curiosidad, aquí podéis encontrar la biografía de este estupendo escritor norteamericano.

Este relato no es muy conocido. De hecho hay amigos a los que les he preguntado si les sonaba y me han dicho que no, que debo estar equivocada o incluso que me lo he inventado para pillarles -¡qué malpensados son conmigo, jajaja!-.
Se llama "El sistema del doctor Tarr y el profesor Fether", es humorístico y pertenece al grupo de los llamados "relatos grotescos" de Poe.

Está ambientado en un manicomio francés (o maison de santé) del siglo XIX, al que el protagonista acude por pura curiosidad, puesto que nunca había estado en ningún sitio similar. El director, Monsieur Maillard, acepta encantado su visita. A partir de ese momento, la cosa empieza a tomar un cariz bastante excéntrico...


En cuanto a mi opinión personal acerca del cuento, considero que Edgar Allan Poe consigue prácticamente sin problemas darle un toque divertido a la locura de los pacientes de esta maison de santé. Procura desdramatizar la situación y que pasemos un buen rato, al contrario que en sus cuentos de terror. Cada vez que leo "El sistema del doctor Tarr y el profesor Fether" no puedo evitar reírme, sobre todo antes del momento apoteósico de la historia. Por otro lado, no lanza directamente al lector al complejo psiquiátrico, sino que lo va preparando para "algo"; no sabe muy bien qué, pero seguro que no dejará indiferente. Siempre tiene un momento de la historia en el que uno piensa: "Uy, aquí se cuece alguna cosa". Con esa preparación y puesta en situación previas no se puede dejar de leer hasta el final. Además de hacerse corto por lo ameno, es de pocas páginas; ideal si no sabéis qué leer y os apetece pasar un rato divertido.
Sinceramente, me llevé una agradable sorpresa cuando descubrí este cuento, porque nunca pensé que Poe escribiera en clave de humor. ¡Totalmente recomendable!


Espero que lo disfrutéis igual que yo. Y no os cortéis, si os apetece comentad qué os ha parecido, si lo conocíais antes de leer esta entrada del blog, si os ha gustado o no...
¡Hasta pronto!

Nurse Lecter

viernes, 18 de abril de 2014

¿Qué podrás encontrar en este blog?

¡Hola!
Aquí estoy de vuelta.

Esta entrada sólo es para explicar un poco lo que podréis leer si entráis en este blog. Su nombre es "Memorias de una residente de Salud Mental", pero no tratará exclusivamente de la residencia.
No te asustes, lector mío, no pretendo decir que voy a desvariar con otros temas diametralmente opuestos o que no tengan nada que ver.
Mi intención es escribir no sólo sobre lo que voy a ir haciendo durante mi etapa con enfermera interna residente -cómo van las clases, las guardias, mis venturas y desventuras, mis andanzas, mis trabajos...-, sino también sobre libros y películas relacionados con este mundo, y quizás (sólo quizás, no lo aseguro), explique un poquito patologías psiquiátricas que no se ven usualmente o sobre las que la gente tiene una idea equivocada.

Así que dicho esto, sólo me queda esperar que os guste este blog, que os sea útil y podáis conocer un poquito mejor la Salud Mental desde el punto de vista de una enfermera residente. Quién sabe, a lo mejor alguno de vosotros quiere presentarse al EIR pero no baraja esta especialidad y lo acabo convenciendo, ¡jajaja!

¡Hasta pronto!

Nurse Lecter

jueves, 17 de abril de 2014

Presentación

¡Hola a todos!

Empezaré desde el principio.
En tercero de carrera empezó a mencionarse en los pasillos de la facultad y en las prácticas una cosa llamada EIR. Yo sinceramente no tenía ni idea de lo que era eso, hasta que poco a poco me fui informando; de todos modos no le di demasiada importancia. El año pasado, a puntito de terminar la carrera -y en vista del panorama actual-, me dije: "¿Por qué no probamos? Lo peor que puede pasarme es no conseguirlo, y aun así tendría experiencia y material para la próxima convocatoria".
Así que me apunté a una academia a mediados de abril y me metí de lleno en todo este lío. A eso se le unieron el TFG a lo largo del segundo cuatrimestre, las prácticas curriculares... y unas extracurriculares que pedí en verano. Aunque parezca que no tenía tiempo ni siquiera para respirar, nada más lejos. Siempre me dejaba un ratito al día para mí y en el mes de agosto no hacía absolutamente nada los fines de semana.

Poco a poco nos metimos en septiembre. Y ahí sí que me puse a estudiar totalmente en serio. Concretamente diez horas al día, seis días a la semana. Mis horas de descanso eran los sábados desde las 9 de la noche hasta las 11.30 los domingos por la mañana. Porque no os voy a mentir, casi todos los sábados he salido a cenar y luego a tomarme algo... recogiéndome pronto, eso sí.
A pesar de no incrementar las horas de estudio con el paso de los meses, yo misma notaba que cada día aprovechaba mejor el tiempo. 
El peor mes fue enero, sobre todo las dos últimas semanas. Me veía sin plaza en el examen, o con plaza pero lejos de casa, y eso me desmotivaba muchísimo. Procuraba no pensar en eso, y así iba saliendo del paso.

Nos plantamos en el temido 1 de febrero, el día del examen .La noche anterior vi mi película favorita y dormí muy tranquila. Me desperté a media mañana, comí, me vestí y me fui al campus a examinarme. Para mi sorpresa, durante el examen no pasé grandes aprietos con las preguntas y estaba bastante relajada. Apuré las cuatro horas al máximo y no salí con mala impresión. El problema viene después, a la salida, cuando la gente empieza a comparar las respuestas y a comentar las preguntas... Salí de allí pitando, ¡me faltó tiempo, vaya!
Luego viene lo que no te cuenta nadie, y es que salen, por este orden: las claves provisionales, los días para impugnar, las claves definitivas, los resultados provisionales y los resultados definitivos... MUY ESPACIADOS EN EL TIEMPO. Desde que hicimos el examen en febrero hasta los resultados definitivos del examen el 25 de marzo, echad cuentas. Es la conocida "ansiedad postEIR", que todos pasamos en mayor o menor medida.

El día que vi mi número de orden provisional fue increíble. No puede describirse mejor. Tenía un número bastante aceptable, teniendo en cuenta que me había presentado por primera vez, el total de opositores era de 17.400 para 961 plazas -que luego bajaron a 955-, había gente que había estudiado más tiempo o tenía más tablas porque se había presentado más veces que yo... en fin, fue como un sueño. De hecho me daba miedo siquiera que todo fueran imaginaciones mías. ¡Incluso creí que había leído mal mi número!

Llega el día de ir a Madrid a elegir plaza, a mediados de abril. Yo quería a toda costa quedarme en mi ciudad, y tuve mucha suerte: ocupé la penúltima plaza que se ofertaba, la cual resultó ser de Salud Mental.
La verdad, es una especialidad con la que estuve mucho tiempo dudando. No había pisado nunca -ni en las prácticas-, un hospital psiquiátrico, la gente me decía que sería lo último que ellos cogerían, que no iba a poder trabajar con estos pacientes, que tuviera cuidado... ¿pero sabéis? No me arrepiento de haberla elegido. De hecho, una amiga me ha dicho con total sinceridad: "De todas las especialidades, es la que más te pega". Por algo será, digo yo.

Y éste es el primer capítulo de mi historia como residente de Salud Mental. Espero que haya muchos más y poder compartirlos con vosotros, porque me hace mucha ilusión.

¡Hasta la próxima!

Nurse Lecter